Por Daygorod Fabián Sánchez El Autor es Educador y Comunicador Social Los Adalides de actores políticos de mi Provincia de Mont...
Por Daygorod Fabián Sánchez
El Autor es Educador y Comunicador Social
Los Adalides de actores políticos de mi Provincia de Montecristi, al igual
que otros del espectro político nacional, dan la cancha a debates en relación a
si sus amos de turno son líderes o no.
Desde el punto de vista filosófico puedo navegar las mareas de estos
criterios, refiriéndome a las concepciones, desde diversos ángulos de expertos
en la materia. Por ejemplo Weber y su líder carismático están vigentes en
actores que surgen y se perpetúan a través del tiempo – estando o no en el
poder estatal –
Otros son tradicionales, producto del pase de un enquistamiento pasado a
uno presente (Colín Powell). El más llamativo es el LÍDER LEGÍTIMO, aquel que producto de un proceso enmarcado y revestido
de legalidad, ética, decoro y moral resulta electo por la mayoría de los que
estan aptos para ejercer su votación.
En nuestro caso - el dominicano – de
acuerdo a nuestras leyes ese líder no puede violar el derecho constitucional de
elegir y ser elegido. De hacerlo entonces sería ilegal y por tanto tendría el
calificativo de LÍDER ILEGITIMO.
De igual forma he detectado el óbice que dificulta la real opinión con
respecto a este tema, de parte de seguidores de un legislador de mi Provincia –
quien estructura sus campañas a fuerza de dinero - y que por tanto ven como abyectos los actos
y opiniones que disientan de sus ideas, de ante mano comprometidas, en ese
sentido pido disculpas por la digresión en el comentario.
…Otras ideas sobre el liderazgo
El líder debe estar adornado de un rol inspirador. Debe motivar a las
masas para que tomando la delantera logre los objetivos colectivos para
beneficio del grupo que lo apoya y hasta de los que no.
Aunque el desmedro mental, de las ideas discrepantes de algunos actores, no
aceptan la regla de oro del liderazgo, debo hacer mención de esta en este
escrito: No pongas a nadie en tu lugar, colócate
en el lugar de los demás.
Son pocos los que colocan sus intereses debajo del interés colectivo. Aprehender
los ideólogos que esgrimen y defienden a los lideres formales, es una tarea difícil,
pues quienes resultan de un señalamiento o fruto de acuerdos donde no imperó la
voluntad de la mayoría, no son legítimos ante la inspección popular.
El líder onomatopéyico resulta de frases que hacen elevar el entusiasmo del
grupo, el cual observa sus visiones articuladas en palabras simples y llamativas.
Muy pocos tiene esta cualidad.