Por Daygorod Fabián Sánchez El Autor es Educador y Comunicador Social Solo hay que atender al estilo de los Políticos y President...
Por Daygorod Fabián Sánchez
El Autor es Educador y Comunicador Social
Solo hay que atender al estilo de los Políticos y Presidentes Dominicanos para
comprender cuál es el enfoque radical del uso del poder de los mismos en su
accionar. En este análisis me enfocaré especialmente en la figura de Danilo Medina,
en virtud de que los adláteres que lo adornaban, hoy constituyen una casta administrativa
- económica que supera a la del
Expresidente Leonel Fernández.
El
sociólogo Francés Pierre Bourdieu (1930-2002), en su libro Campo de Poder, Campo
Intelectual desarrolla – desde mi punto de vista – una ideología de lo que es
el campo de acción del poder. Según este destacado sociólogo, aunque los líderes
son elegidos democráticamente mediante el voto universal, estos se ven en la
obligación o entramado de responder a las elites intelectuales y económicas que
son los que en verdad tienen el control de las directrices de un pueblo.
Visto
de esta manera, de forma trepidante, entendemos
la inacción en materia de corrupción que se ha hecho evidente en este periodo
gubernamental, aumentando así la desilusión de los que aún confiaban en el
actual mandatario. Existe una teoría,
llamada Teoría Funcionalista, muy interesante que encaja perfectamente con lo
que hoy es Danilo Medina, muy distinto a Danilo el candidato….
…Teoría Funcionalista
en Danilo Medina
El
epílogo de esta teoría es que: “quien tiene en sus manos que ofrecer, tiene en
sus manos poder” A simple vista pensaríamos que el mayor poder es ser Primer
Mandatario de una Nación, sin embargo sería correcto adentrarnos más en este
criterio que nos puede llevar al yerro. Digo esto porque la reciedumbre económica,
de la casta que sostuvo el proyecto DM-Presidente durante varios años, es quien
tiene el verdadero poder sobre las acciones que guían o están supuestas a guiar
el rumbo de la nación.
La
mayor prueba de esto es que la letanía del pueblo dirigida el Señor Presidente,
para que actúe en contra de la corrupción, no ha sido contestada ni por él ni
por sus acompañantes. Por este motivo
los funcionalistas critican las fuentes del poder; si nuestro poder viene de fundamentos que más tarde coartarán
nuestras funciones, nos veremos como traicioneros de la confianza de los que ejercieron
el voto a nuestro favor.