Por Daygorod Fabián Sánchez El Autor es Educador y Comunicador Social Las sátiras hacia la tarea pasada, pero inolvidable, de Rober...
Por Daygorod Fabián Sánchez
El Autor es Educador y Comunicador Social
Las
sátiras hacia la tarea pasada, pero inolvidable, de Roberto Rosario en la JCE
llueven, esencialmente de parte de los litorales opositores, pues los
oficialistas no tienen de que quejarse. Lo importante en este caso es averiguar
cuáles son los motivos para que ahora y no antes se criticara a este León de la
Selva. La razón ya la expuso el Dr. Guido Gómez Mazara en su cuenta de Twitter,
colgando varias imágenes que figuran con más de treinta (30) personas que
recibían ingresos económicos por concepto de Direcciones de Publicidad.
Claro,
además de esas decenas de personas, no estamos contando las Secretarias, Auxiliares,
Camarógrafos y demás puestos que figuran con salarios de RD$40,000 (Cuarenta
Mil Pesos Dominicanos) en adelante. Lo más interesantes es que la mayoría de
esas personas laboran en medios nacionales o están ligados estrechamente a periódicos
de circulación nacional. ¿Ahora entienden amigos electores por qué nadie criticaba
a Roberto Rosario? O ¿Por qué cuando
algunos/as lo criticaban llovían los defensores/as?....
…..Las Asistentes y los Directores de
Comunicaciones
Resulta
tan curioso que las asistentes sean
todas mujeres, y no es que esté mal, pero aquí todos sabemos el porqué de ese
tipo de asistentes. Todas estas asistentes contaban con salarios de RD$45,000
(Cuarenta y Cinco Mil Pesos Dominicanos) evidentemente todos/as en este país sabemos
que eran botellas y no salarios reales de gente que era útil a la institución
electoral. Los Directores de Comunicaciones eran los más aventajados con salarios
de hasta RD$247,000 (Doscientos Cuarenta y Siete Mil Pesos Dominicanos).
Debo
mencionar también que la Junta Central Electoral tenía un pianista, un
instructor vocal y otros que ocupaban puestos rarísimos para un organismo electivo,
donde también devengaban salarios cuantiosos durante la gestión de Roberto Rosario.
Pero la pregunta interesante es ¿Habrá consecuencias por este despilfarro?