C ada día que pasa no me asombra nada. Pero de todas formas los personajes que resultaron electos en el pasado proceso electoral, son la ...
Cada día que pasa no me asombra nada. Pero de todas formas los personajes que resultaron electos en el pasado proceso electoral, son la viva expresión de la incompetencia general de las cosas y sobre todo de lo mal que anda nuestra democracia. El Alcalde del Municipio de Santo Domingo Oeste, Francisco Peña, es ahora el centro de atención de todos los medios nacionales.
Desde mi óptica lo que llama la atención no es ni siquiera la intención de instalar una copia de la Torre Francesa Eiffel, sino de que cuando se le preguntó con respecto a esta edificación en la Plaza de la Bandera, dijo que fue adquirida por un costo de Dos Millones de Pesos (RD$2,000,000.00) y que él no era ni historiador ni antropólogo para saber que significa esa torre. Estas expresiones dejaron sin palabras a los productores del Programa el Sol de la Mañana.
Más que criticar a este señor Alcalde, hay que exigirles insistentemente a los partidos políticos que dejen de imputar candidatos y que analicen bien quienes son los que lo representaran en los procesos electorales y a una demarcación determinada. Pero además esto deja mucho que decir de nosotros y de nuestra joven democracia, a través de las expresiones de este caballero. Pienso que la política requiere preparación, dominio de los temas generales y por su puesto de la historia de los países con los que tenemos incidencia directa.
Este tipo de casos muestran además que a veces quien gana pierde, ante la sentencia moral e intelectual de la pequeña clase pensante. Pero también pierde esta clase que cada día se desamina de movilizarse en política y de superarse en términos éticos, morales, intelectuales y políticos ya que quien obtiene las victoria no es el mejor preparado ni el más capacitado sino quien se imponga con los recursos del pueblo.
