Mao.- El presidente del círculo de Reporteros Gráficos de Valverde, Brayan Fernández, aclaró la tarde de este miércoles que aun no ha ll...
Mao.- El presidente del círculo de Reporteros Gráficos de
Valverde, Brayan Fernández, aclaró la tarde de este miércoles
que aun no ha llega a ningún tipo de acuerdo con el
ministerio público que encabeza la magistrada Sonia Espejo,
y que están a la espera de un desagravio por la agresión a
que fue víctima el joven camarógrafo Jerlin Peralta, por parte
de fiscales que actuaban en un allanamiento y que no querían que lo grabaran, amarrándolo con tairas y
luego dejado abandonado a alta horas de la noche en medio de la nada.
Brayan Fernández, hablando a nombre de los trabajadores de la imagen expresó que a más de un mes de
ocurrir estos hechos no hay forma de llegar acuerdo, ya que la fiscal titular quiere imponer su poder, no
admite que se equivocó y que tampoco quiere disculparse por los maltratos de que fue víctima un
miembro de gremio, ni siquiera se ha dignado a disculparse no tan solo con el joven camarógrafo sino con
la familia de este.
Fernández, dijo que en cuento a lo ocurrido la mañana de martes en el despacho de la fiscal pesó que se
produciría una solución, pero que la fiscal Espejo trató de burlarse de los miembros del gremio y de las
instituciones como la cámara de comercio y Producción de Valverde, la UASD y Utesa, que trataron mediar
y buscar solución al conflicto y por eso el dialogo se rompió.
Fernández desmintió cualquier tipo de información que procure apañar la realidad de los hechos y reiteró
que el gremio está abierto al dialogo como medio absoluto para la solución de conflictos y para el
crecimiento institucional.
Dijo que la lucha que libran no lo hacen para demostrar quién es más fuerte, sino que buscan como
creyente en Dios, que la fuerza no se imponga a la razón y mucho menos al deber ciudadano.
Puntualizó que vivimos en un país donde se está perdiendo la dignidad humana y se está convirtiendo en
una costumbre que los derechos inalienables de los seres humanos se vulneren por los que
supuestamente están llamados a preservarlos, concluyó.