POR: MELVIS CABRERA Ay que pena! ay, tan joven! ay, Jesús! Estos son algunos de los lamentos que se escuchan cuando ocurre un accid...
POR: MELVIS CABRERA
Ay que pena! ay, tan joven! ay, Jesús! Estos son algunos de los lamentos
que se escuchan cuando ocurre un accidente de transito en la ciudad,
pero estas lamentaciones se olvidan hasta que penosamente se repite la
historia.
En tiempo de catástrofe los gobiernos dictan el tipo de alerta que corresponde a cada territorio, en tiempos de epidemia, se toman medidas que permitan preservar la salud, las practicas peligrosas que puedan ocasionar muertes son prohibidas, pero nos asombra sobremanera, ver con la indiferencia que se trata el problema del transporte pasado en la ciudad.
Con semáforos de lujos (inservibles-inútiles), con chóferes que penetran en vía contraria, con motoristas sin cascos protectores que atraviesan por doquier, sin las luces correspondientes, con mas obstáculos de los necesarios (policías acostados), carreteras dañadas, vías terrestres que pueden ser usadas y están de lujos, con todo esto y mas, ya son varias las victimas de estos accidentes fatales, que con un poco del cumplimiento de las leyes se podrían evitar, pero al parecer es mas fácil lamentarse que tratar de solucionar los problemas, ya que para estos y el reclamo de los presupuestos que nunca llegan a Montecristi vivimos en la orfandad! NECESITAMOS UN CHAPULIN, NO IMPORTA EL COLOR!!!
En tiempo de catástrofe los gobiernos dictan el tipo de alerta que corresponde a cada territorio, en tiempos de epidemia, se toman medidas que permitan preservar la salud, las practicas peligrosas que puedan ocasionar muertes son prohibidas, pero nos asombra sobremanera, ver con la indiferencia que se trata el problema del transporte pasado en la ciudad.
Con semáforos de lujos (inservibles-inútiles), con chóferes que penetran en vía contraria, con motoristas sin cascos protectores que atraviesan por doquier, sin las luces correspondientes, con mas obstáculos de los necesarios (policías acostados), carreteras dañadas, vías terrestres que pueden ser usadas y están de lujos, con todo esto y mas, ya son varias las victimas de estos accidentes fatales, que con un poco del cumplimiento de las leyes se podrían evitar, pero al parecer es mas fácil lamentarse que tratar de solucionar los problemas, ya que para estos y el reclamo de los presupuestos que nunca llegan a Montecristi vivimos en la orfandad! NECESITAMOS UN CHAPULIN, NO IMPORTA EL COLOR!!!
